Sabemos que el fenómeno del Niño está a la vuelta de la esquina, y podría causar la peor sequía en décadas en todo el país. Sin embargo, lo asombroso de todo esto no es solamente es su formación tan tempranera, 3 años luego de aquél poderoso El Niño del 2015, porque el fenómeno siempre desemboca en La Niña a los 9 o 10 meses de haberse formado. Lo grave del caso es que ahora, por primera vez en la historia del Pacífico, varias masas de agua caliente han ocupado toda el área de formación de estos fenómenos cíclicos, lo que en definitiva están produciendo cambios muy significativos en los pronósticos del 2019.
El fenómeno del Niño pronosticado desde hace varios meses atrás, ya se está concretando, y su formación para los siguientes meses, se mantiene firme. Ya inclusive hay una parte de las masas de agua caliente, que ascendieron a la superficie, y se espera, que éstas sean las causantes de su formación. El fenómeno nos ha sorprendido con su espera tan corta de formación, puesto que el fenómeno siempre se forma de 4 a 7 años, y es un fenómeno que nunca se forma en cortos períodos de tiempo.
El Niño siempre se conoce por ser un fenómeno cíclico que alarga los períodos de sequía en nuestro país, y provoca grandes crisis del recurso natural del agua. Además, El Niño es el causante de grandes incendios forestales en las montañas de Jarabacoa y Constanza, donde los fuertes vientos, combinados con la seca de los suelos, prenden en llamas todos los árboles, o pinos de la zona provocando serios daños en la zona boscosa de aquellas comunidades
Sin embargo, lo grave del caso no es que sea todo aquello, porque siempre ha ocurrido. El problema ahora, es que durante estos últimos 3 años, su formación se ha visto afectada por el calentamiento global del aquél El Niño del 2015, que ha provocado su disminución en la duración entre los dos. Ahora, El Niño ha vuelto con nosotros, y seguiría hasta el 2019, donde se supone que debe dismunuir, y darle paso a La Niña otra vez.
Como bien se supone que debe ser, El Niño es el fenómeno contrario a La Niña, que produce lluvias. El fenómeno siempre suele causar la disminución de las lluvias en todo el Caribe, y las incrementa en el lado contrario, es decir, en el Pacífico. También El Niño contribuye a una actividad mucho menor de huracanes en el Atlántico, provocando lo que describimos más arriba.
Pero lo que es mucho más preocupante y muy asombroso para estos últimos años, no es la formación de El Niño en sí. ¡Atención con esto! Durante las últimas semanas, hemos visto en los modelos de pronóstico, como las masas de agua caliente de El Niño en las profundidades, han ocupado casi toda la línea de formación de ambos fenómenos, lo que realmente nos ha sorprendido grandemente, y podría ser el enfoque de los científicos en los próximos meses
Durante estos años, nosotros hubiéramos visto cómo estas masas de agua caliente, siempre ocupan gran parte del Pacífico durante la formación de los Niños muy fuerte. No obstante, lo que más nos preocupa de esto, es que es la primera vez que hemos algo semejante en relación a esta masa, puesto que El Niño siempre ocupa una parte, y no toda la zona de las profundidades como lo ha hecho en estas últimas semanas.
Esto nos ha sorprendido grandemente, porque los El Niño en su estado normal, le da paso a La Niña al año siguiente luego de su formación. Pero lo que ha ocurrido en estas últimas semanas, podría no sólo empeorar su intensidad, sino que también podría elevar las temperaturas de nuestro planeta de tal modo que el calentamiento global puede verse desenfrenado para los años siguientes.
¿Ven señores hasta qué punto hemos llegado? ¿Ven lo que pasa cuando El Niño se interpone en La Niña? Señores. Lo sabíamos; lo sabíamos. Sabíamos que esto iba a pasar, porque las anomalías de El Niño están cada vez más anormales y peligrosos para la formación cíclica del fenómeno.
Es realmente increíble, increíble, hasta qué punto hemos llegado con esta masacre del clima que ha durado más de 5 años y medio, que podría extenderse hacia más allá. Ahora no sólo ponemos en riesgo al planeta; es muy probable, inclusive, llegando más lejos a la investigación, que lo que alguna vez fuera La Niña de las lluvias, ahora parece estar desapareciendo ante nuestros ojos, lamentablemente.
Nos da mucha enojadez, y tristeza, como hemos llegado a este punto en la historia de nuestra década, donde siempre teníamos en presentimiento que pudiera ser el mejor de la historia porque el 2009 iniciaba muy bien con el 2010. Pero como vemos aquí, parece que la década del 2010 se convertirá en la peor de todas, a pesar de que el 2010 siempre fue el mejor año de La Niña
La Niña era nuestro fenómeno preferido. Pero como El Niño ha ocupado toda la zona de su formación, ahora veremos más El Niño que La Niña en los próximos años, lo que nos hace preguntar que cómo serían nuestras playas, la pluviometría de Barahona, el Cizapolo y el descontrol del clima, si miren como está El Niño desapareciendo a La Niña de esa manera sin piedad.
Aquí si podemos decir, que ya el fenómeno de La Niña está desapareciendo como tal, y que ahora, El Niño ha ganado la batalla ocupando toda la zona del Pacífico sin piedad.
Ahora es que lo peor está por venir. Parece que nuestros pronósticos del 2019 han cambiado por causa de esta anomalía, porque es la primera vez que vemos algo así en la historia. Nunca antes El Niño hubiera ocupado toda la profundidad del Pacífico ecuatorial
Pronóstico del 2019.
Con todo esto, queremos decir que los pronósticos del 2019 cambian hacia la repetición de El Niño, luego de que la masa de aguas calientes ocupase toda la zona. Hacia mayo o junio lo tendremos encima otra vez, y es muy probable que se extienda hacia el 2020, lamentablemente.
Sin embargo, hay esperanzas todavía de que aquello acabe. Quizá para el 2020 o 2021, La Niña volvería a reaparecer, y podría enfriar nuestro planeta de tal modo que el calentamiento global de estos 5 El Niño puede desaparecer por completo. Pero aquello es inseguro, ya que tenemos la Oscilación Decadal del Pacífico en fase positiva, lo que puede continuar estos El Niño durante más tiempo.
Hay que tener cuidado con pronosticar La Niña para ese período, porque parece imposible, y no creemos que se vaya a formar así como debería de ser. A lo mejor sería esperar el 2024 o 2025, donde finalmente, este fenómeno pudiera tener más oportunidades de formación.
Pero, por ahora, tenemos que aguantar un 2019 y 2020 bastante secos, puesto que La Niña no tiene oportunidades durante esos años, por ahora.
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