En la temporada de huracanes del 2018 no hubo casi nada interesante, y en Barahona la situación de las lluvias empeoró drásticamente finalizando con el peor déficit pluviométrico de la historia desde el 2013, con sólo 450 mm de lluvias aproximados de 1,027 mm anuales en un año, lo que no es nada bueno.
Es impresionante cómo, a pesar de que nuestro clima intenta mejorar, lo que hace es empeorar drásticamente dando estas alarmantes cifras de precipitaciones en una ciudad que aún no se recupera de lo ocurrido anteriormente hace 4 años atrás. La sequía, más la situación del déficit, no hacen de nada bueno la situación que realmente está afectando la ciudad de manera drástica y con consecuencias catastróficas.
Pero lo peor de esto no es el 2018. Ahora que estamos en las cabañuelas, siempre teníamos la sensación de que durante los días secos no llovería nada por ser temporada de sequía estacional. Es decir, que del 1 al 4 de enero no llovería nada, que representan enero, febrero, marzo y abril. Ahí está bien, porque es temporada seca. Nosotros realmente creíamos que con esa cantidad de vientos en esos días todo iba a estar bien.
Sin embargo, a medida que avanzábamos más hacia las cabañuelas, algo nos llamó la atención. El 5 de enero, que representa mayo, todo comenzó bien. Una serie de lluvias estaba aproximándose desde el Este, y trajo una tormenta que casi estaba a punto de dejar intensas lluvias sobre nuestra ciudad. Se pensaba que con esa tormenta todo acabaría, y que la temporada sería mucho más buena de lo imaginable.
Pero cuando chequeamos detenidamente de lo que pasó, nos dimos cuenta de que esa lluvia, se desvío del frente, y pasó de largo desde la costa de Casita Blanca hacia El Quemaito, para luego caer en San Rafael, y entrar por Paraíso. En un principio creíamos en realidad que iba a llover. Eso era lo que pensábamos.
Entonces, sin previo aviso, toda la costa de Barahona se llenó de la serie de nubes que traía el sistema. Pero lo peor de todo, es que teníamos un sistema frontal al norte del país, y pensábamos que con eso la solución estaría a la vuelta de la esquina durante la noche y la madrugada, a pesar de que ya no llovería en la tarde con el Cizapolo.
A la mañana siguiente, recibí la peor noticia de mi vida. No llovió nada durante la noche en Santa Cruz de Barahona, y todas las precipitaciones cayeron entre Oviedo hacia Enriquillo y Polo. Pero lo peor de todo es que Oviedo registró 24.3 mm de lluvia, siendo la zona más seca del país. Oigan esto, para que se dén cuenta de la gravedad de la situación. Oviedo recibió 24.3 mm de lluvia, como si fuera Polo.
Es, realmente asombroso. El clima realmente se pasó de los límites, y esto ya se está convirtiendo en algo mucho más peligroso de lo que habíamos creído en un principio. Nunca en las cabañuelas hubiéramos visto este tipo de líos en comunidades que ya debían haber dejado de recibir lluvias por la falta de ellas sobre nuestra ciudad. Oviedo realmente es zona árida, y no debería estar lloviendo de esa manera. Eso ya no es normal. Porque, dígame a ver. ¿Entonces, qué es Oviedo, siendo la zona más árida del país? ¿Cómo es posible que esté lloviendo en la zona más seca de todo Pedernales? ¿Qué fue lo que pasó en realidad con ese bendito Cizapolo que lo desvío todo así de esa manera hacia esa zona tan seca? Hubiera desviado precipitaciones desde nosotros hacia la costa, pero cónchales. Nunca hacia Oviedo.
Eso es realmente pasarse de lo bueno, y ya nos está empezando a enfadar de forma drástica. En algún momento dado vamos a tener que hacer algo para detener esto, porque el Cizapolo realmente se está pasando de los límites, y con todo lo ocurrido en estos últimos días, nos damos cuenta que realmente ya esto no es un simple viento de ondas tropicales como lo fuera entre el 2013 y 2016. Ahora hasta con sistemas frontales se desvía todo hacia esa bendita costa del diantre. Entonces, ¿qué vamos a hacer con esto, si continúa y continúa y continúa? Pero lo peor de todo es ese Oviedo, porque esa comunidad siempre recibe pocas lluvias y nunca se encuentran ese tipo de precipitaciones en esa zona por ser una península. Eso es realmente asombroso, y bien pasado de este clima, santo Dios.
Esto significa entonces, que las cabañuelas realmente nos engañaron de forma espantosa. Porque durante las cabañuelas siempre cae algo de lluvia sobre Barahona con al menos 11.3 mm como máximo, porque esa es la normativa de ellas, o eso era antes. Sin embargo, nunca pensábamos que el Cizapolo iba a actuar de esa manera con una comunidad como Oviedo. Pero lo hizo, y no cayó absolutamente nada de lluvias en la ciudad, ni siquiera en la presa Sabaneta de San Juan de la Maguana, que es donde debía haber llovido con intensidad. Esto es increíble, increíble señores.
Dios mío. Esto no es posible. ¿Cómo es posible que una comunidad tan árida reciba tanta lluvia de una tormenta de nuestro frente? Realmente que llueva en Oviedo es algo impresionantemente impactante para nosotros, porque esa zona, como hemos explicado, es siempre seca, y nunca recibe lluvias de cabañuelas.
Aah. Pero, ¿qué vamos a hacer? Porque las cabañuelas ya están finalizando, y no ha caído ni una sola gota de lluvia sobre Barahona.
El pronóstico de las cabañuelas es aún más preocupante.
Parece que las cabañuelas nos están hablando de excesivas precipitaciones para Oviedo. Y no solamente eso. Ahora, las cabañuelas, al finalizar, nos dan el inquietante pronóstico que habíamos estado temiendo desde finales del 2017, cuando pensábamos que al 2019 ya todo iba a cambiar, lo que no ha sucedido.
Las cabañuelas de mayo en Barahona pronostican escasas lluvias. Y para el 6, que es junio, parece mostrar un intenso fenómeno del Niño que podría aparecer desde mayo hacia ese mes, que nos perjudicará de manera catastrófica causando la misma repetición de la sequía del 2015. Eso es lo que se pronostica. Y para agosto no hay nada que ver, y eso es un signo de que la sequía se extenderá hacia ese mes, y probablemente todo el año por causa de El Niño.
Es decir, que el fenómeno del Niño actual, tendrá otro cómplice justo en la temporada de huracanes, reduciendo la cantidad de lluvias de forma drástica, es decir, otro El Niño, en junio, algo que nunca hubiera pasado con tan sólo 5 meses de diferencia. Es, horrible.
Los fenómenos del Niño tenían siempre un ciclo de entre 4 a 7 años de formación. Es decir, aparecía uno, y luego llegaba La Niña. Pero La Niña no ha querido fortalecerse, y teníamos dos que se formaron entre el 2016 y 2017, que siempre lo hicieron en fechas inusuales, muy debilitadas y sin signos de fortalecerse, lo que no nos ayudó en nada en cuanto al mejoramiento del clima se refiere por el frío que los caracteriza. Ahora, por causa del cambio climático, y las consecuencias del fatídico El Niño Godzilla 2015 que azotó el país de forma cruel con la peor sequía en 25 años, el ciclo anual de El Niño, se ha descontrolado, y la Oscilación Decadal del Pacífico, está provocando serios problemas al estar en su fase positiva por al menos en el 2019, lo que facilitaría la formación de El Niño por más tiempo.
Por lo tanto, según las cabañuelas, la temporada de huracanes se pronostica por debajo de lo normal. No habrá muchas tormentas, y sólo se formarán entre 10 a 12 tormentas tropicales, de las cuales sólo 2 serán huracanes, y 1 será intenso. Hay menos del 20% de probabilidades, según las cabañuelas de agosto, de impactar algún huracán por los vientos cortantes que provocaría el nuevo El Niño. Esa es la cruda realidad de lo que nos explican las cabañuelas.
Además, en julio se pronostica el arribo de un intenso polvo del Sahara, que podría traer muchas enfermedades al país causando fiebre, gripe y en casos extremos, chikungunya.
Esa es la triste realidad de lo que pasará en el 2019. Lo que queremos decir, es que la misma repetición de la sequía del 2015 volverá con nosotros una vez más, causando pérdidas millonarías catastróficas otra vez en la agricultura, secando los ríos y las presas del país, se secarán árboles completamente, y los plátanos no crecerán en medio de los suelos áridos que provocaría la sequía en toda la provincia de Barahona.
Pero lo peor de todo, es que sólo Polo, Oviedo y Enriquillo, recibirán bastantes lluvias, y serán las únicas comunidades que se salvarán de la sequía. El resto del país, será un completo caos de sequía, lo mismo que ocurrió en el 2015. Es, realmente impresionante, impresionante señores. Esa es la única diferencia del 2015. Aah. Pero, aunque sea impresionante, es la triste realidad de lo que ocurrirá este año.
Pero lo chocante es otra vez que vuela a ocurrir la misma sequía, con las mismas pérdidas de las zonas agrícolas de la región sur. Es, impactante. Todavía no nos hemos recuperado del trauma de la sequía del 2015, que causó muchísimos problemas en todo el país. Y otra vez, la misma situación regresa con nosotros.
Lo grave del caso, es que nunca en la historia hubiéramos tenido no 1 ni dos, sino 5 sequías consecutivas en nuestro país, que acaben con la agricultura de esa forma tan drástica, exterminando los sembradíos de todo el territorio nacional. Sí hubiéramos tenido sequías intensas, pero nunca con tanta frecuencia como ahora, justo en la temporada de huracanes, donde siempre tiene que llover en el país.
Bueno. Lo que recomendaríamos, es que conserven el agua, y prepárense para sembrar árboles con riego de goteo, porque una vez más no habrá esperanzas de lluvias en el país. Traten de malgastar lo menos posible el agua, y busquen de los ríos y construyan más represas y pozos en todo el país, para por lo menos aguantar algo con la sequía que se avecina.
También traten de conservar el agua en cubos en un almacén para que cuando llegue la sequía, tengan suministros suficientes para aguantar la sequía.
Wow!! Es impresionante, cómo esto se repite, se repite, y se repite una y otra vez. Uno que pensaba que los años siguientes como el 2019 sería mejores, porque al ciclo de El Niño ya se supone que debe añadírsele La Niña de forma inmediata para darnos las lluvias. Pero como el clima está loco, ahora todo se seca de una vez, y los El Niño se repiten una y otra vez. Es decir, que la Oscilación Decadal está tan descontrolada, que ahora todo lo que quiere producirse, es decir, las lluvias, cambian por sequía drásticamente.
Señores. Yo les voy a decir algo. No sé como enfrentaré otra sequía más, porque es que realmente lo que ocurrió hace 4 años atrás ha dejado secuelas en todo mi mente y corazón, porque realmente ver cómo los animales y las vacas se mueren, ver cómo las aguas se seca, ver cómo los ríos vuelven a secarse, ver las peligrosas ausencias de lluvias en el país y ver cómo todo se seca completamente, dan ganas de ya no seguir siendo meteorólogo, porque para esto no nací yo.
Yo nací para las lluvias, no para esta situación. Todo esto ha venido de sorpresa, sin avisar y sin misericordia. Wow!! Dios santo. ¿Hasta cuándo seguiremos así?
Uff. Wow. Realmente triste para nosotros. Wow!!
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